Un cuento para leer...

En el siguiente cuento, vas a encontrar palabras relacionadas con la INFORMATICA, donde deberás subrayar las mismas, buscar el significado en el diccionario, anotarlas en el glosario.

Los objetivos de las actividades de este apartado tienen como finalidad que una vez leido el cuento, puedas crear tu propio CUENTO ILUSTRADO potenciando la creatividad y el trabajo en equipo. Te propongo inventar cuentos a partir de la pregunta : ¿QUÉ PASARÍA SI…? como por ejemplo : ¿Qué pasaría si mañana se termina el uso de internet..?, te propongo trabajes en la confeccion del cuento, que deberá ser realizado en WORD, con imagenes que ilustren el mismo, además de confeccionar la tapa y la contratapa del libro. ¿TE ANIMAS?... seguro que si. ADELANTE...

¡Apágate, Web! Es muy tarde y mañana debes madrugar para ir al colegio.
- Sí, mamá. Voy a guardar estos dibujos en mi disco duro y... ya está –dijo Web con desgana.
- En vez de jugar tanto deberías utilizar algún programa de lectura o estudio -terminó la madre de Web.
Todas las noches la conversación final era parecida. Web, un ordenador portátil de la última generación, agotaba hasta el último minuto para jugar antes de descansar.
Computadora, así se llama la madre del pequeño ordenador, tenía que estar pendiente de su hijo para que éste hiciera las tareas del cole, recogiera los cables de su cuarto y no pirateara la música con sus amigos. Pero, ¿qué se podía esperar de un jovencito tan lleno de megas y de vitalidad?
El resto de la familia Hardware lo completaban el padre, un antiguo ordenador (a casi nadie le gusta que le llamen viejo) muy grande y lento para hacer sus movimientos. Seguía usando CDs enormes, tanto como los platos para ensalada de los humanos.
La pequeña de la familia se llama Printed, una preciosa impresora, siempre trabajadora y muy cuidadosa con los detalles. De vez en cuando los dos hermanos tenían sus discusiones: que si estás mal configurada, que si el ratón lo cogí yo primero... pero sus papás les habían educado para compartir como buenos hermanos todo de lo que disponían
Los Hardware vivían felices, todas las mañanas después de una buena dosis de energía para desayunar, cada cuál tomaba su rumbo.
Doña Computadora trabajaba algo así como de modelo en el museo de arte informático. Era tan mayor que despertaba la curiosidad de los visitantes. Solía explicar con orgullo que ella fue de las primeras en tragarse un disquete.
El papá ya no trabajaba, sólo se dedicaba a darle vueltas a su disco duro, a hacer alguna tabla para el presupuesto familiar o escuchar música clásica gracias a unos altavoces que le regalaron por su último cumpleaños. En ocasiones hacía extraños sonidos y encendía luces por todo su cuerpo.
Printed y Web estudiaban en el mismo colegio, ella en Primaria y él en el primer curso de Secundaria.
El profe de aquel año, a Web le parecía muy serio y exigente. Don Byte les hacía trabajar de lo lindo: diseñar páginas en internet, programas de adaptación al humano... Eso debía de ser muy importante.
- Podréis ser una maravilla –decía don Byte - pero si algún zafio, hombre o mujer, os descontrola debéis aprender a tener paciencia, al fin y al cabo ellos piensan que la culpa es siempre nuestra.
Aparentemente Web estaba bien, aunque hacía ya una temporada que él se notaba algunos cambios, algunos fallos en su sistema. Se encontraba más cansado y se le recalentaba la pantalla.
Una noche, estando apagado sintió mucho calor, uno extraños movimientos en sus circuitos internos, durmió fatal. A la mañana siguiente...
- Vamos Web, conéctate que son las ocho –le llamó Printed.
No pudo ni responder, apenas logró encender el monitor pero ningún programa respondía. Se encontraba realmente enfermo.
Su padre le había comentado en alguna ocasión que al poco de nacer tuvieron que llamar al Doctor Mantenimiento, amigo de la familia, porque tuvo algún problema de bloqueo, pero esto parecía distinto, y más grave.
Ni sus padres ni su hermana sabían lo que le ocurría. El Doctor Mantenimiento tampoco. Mencionó unas palabras que no les gustaron: puede ser la enfermedad de Cercán, que esté afectando a su sistema operativo central. Tendrá que verlo un especialista.
Esa misma tarde ya ingresó Web en el CHIP (Centro hospitalario informático principal). Allí trabajaban los mejores médicos especialistas en graves enfermedades.
Sus papás se trasladaron con el pequeño ordenador, mientras que a Printed la dejaron instalada en casa de tío Vídeo y tía Tele, que formaban una pareja encantadora.
Web estaba algo asustado y sus papás también. Pronto se tranquilizaron al escuchar al Doctor Especialista:
- Vamos a hacerle varias pruebas, sea lo que sea deben confiar en los avances médicos y técnicos, todo tendrá un remedio.
Dos días después, le diagnosticaron la temida enfermedad de Cercán en su joven sistema operativo.
- Ya sabemos lo que hay, ahora nos toca atacar a nosotros a esa enfermedad. Vamos a luchar contra ella todos juntos y cada día que pase te encontrarás mejor – dijo el Doctor haciendo un doble clic muy gracioso con sus ojos, y provocando la risa de Web.
Para que Web se curase era muy importante su hermana Printed. Los dos eran de la misma marca y sus conexiones muy parecidas. Printed estaría conectada a Web durante un ratito cada día para transmitirle energía.
- ¡Qué cosquillas Printed, siento tu energía en mis circuitos!
- Calla Web, no me hagas reír.
Una tarde, después de la conexión con su hermana, tuvo Web una sorprendente visita. Era Don Byte, venía a ...¡darle clase!
En realidad fue una clase diferente, pero clase al fin y al cabo. Se trajo una vieja pizarra verde y le explicó lo que habían estudiado durante la semana. Incluso le dejó una tarea para el tiempo libre, un CD que según Don Byte le ayudaría. Fue aquella tarde cuando descubrió Web que Don Byte no era tan serio, y que el regalo del maestro empezaba a gustarle.
A los pocos días ya no necesitaba la conexión con Printed. Sólamente faltaba que le dieran unas ondas en la pantalla para dejarlo como nuevo. Se encontraba bastante animado y pasaba largos ratos leyendo el misterioso CD que le regaló Don Byte.
Fue estupendo volver a casa. Ver a los amigos y vecinos que alegres le saludaban. Aunque los cables se le habían pelado, por lo de las ondas, se sentía cada día mejor.
- Web, ¿estás despierto todavía?
- Sí, hermanita.
- Sabes... cuando estuve en casa de los tíos casi me tienen que ingresar a mi también en el hospital.
- Y eso, ¿por qué? ¿Te quedaste sin tinta?
-Nooo. Ni te imaginas lo mucho que habla la tía Tele, no para en todo el día de contar chismes. ¡Qué dolor de cabezal!
-Jaa, jaa. Y riéndose los dos se desconectaron y se durmieron. Al día siguiente le esperaba a Web la vuelta al colegio.
Don byte había informado a los alumnos que las enfermedades como la de Web son peligrosas pero nunca contagiosas. Llegaban sin ninguna explicación y se marchaban después del tratamiento médico.
El día transcurrió con normalidad, entre clases y juegos. Todo había vuelto a ser como antes de la enfermedad.
Bueno, igual no...mejor. Web, durante su estancia en el hospital aprendió a valorar más el tiempo y a los demás, aunque lo que de verdad cambió su vida fue aquel regalo de su profesor. Aquel CD que estaba disfrutando día a día, cada momento que podía.
Al llegar la noche, en su habitación, Web volvió a escuchar a su madre:
- ¡Apágate ya, Web! Mañana es martes y debes madrugar.
- Hasta mañana mamá –respondió cariñosamente Web- y extrajo su CD en cuya carátula se leía: “Las mejores novelas juveniles”.
Web, sin apenas darse cuenta, había pasado una de las páginas más importantes de su vida.